El viaje de los sueños(Marina S.L)
Hace dos días llegué a Sevilla. He tardado varios días en venir desde Salamanca, donde vivía.
Mi familia es paupérrima. Somos muchos hermanos y no tenemos prácticamente nada para comer. Por eso decidí embarcarme en este viaje.
Mis padres tendrán una boca menos a la que alimentar y yo podre lograr riqueza y fortuna.O, al menos, eso dicen quienes han viajado a las Indias. También cuentan historias fabulosas sobre tierras lejanas e increíbles. Algunas de esas historias me dan miedo, porque hablan de seres fantásticos que incluso llegan a comerse a las personas.
Creo que algunas de estas historias son exageraciones, pero me gusta afrontar el peligro y además, cada vez tengo más ganas de ir.
Mañana zarpa mi barco, que es un galeón español. Nunca he visto algo tan grande. Tiene unas velas enormes y estoy seguro que todo mi pueblo puede entrar sin problemas en su gran barriga.Todo el barco es de la mejor madera que se puede encontrar. A bordo hay multitud de cañones para hacer frente e los piratas ingleses. No hay muchos camarotes y se duerme donde se puede.
Me han dicho que lleve ropa, provisiones y agua, pues el viaje se puede prolongar varios meses y debemos estar preparados para lo peor.
Algunos marineros no han vuelto de su travesía por haber muerto a causa de las enfermedades, hambre o por haber sido atacados por los indígenas.Cuentan que van con apenas ropa y se comunican con un extraño dialecto.En la cabeza llevan diversas plumas de colores y cazan con lanzas.
Me asusta el hecho de pensar que puedo morir a causa de esas personas.¿Qué harían mis padres y hermanos si no consigo volver?¿Si no traigo dinero para vivir? Es mejor no pensar en esas opciones tan trágicas.
También hay paisajes que según dicen jamás se te irán de la retina. Al principio, no veré más que el mar, pero lograré ver aquellas tierras.
Espero nunca olvidar el día en el que me embarque con Napoleón y sus hombres para inspeccionar las Indias.
Hace dos días llegué a Sevilla. He tardado varios días en venir desde Salamanca, donde vivía.
Mi familia es paupérrima. Somos muchos hermanos y no tenemos prácticamente nada para comer. Por eso decidí embarcarme en este viaje.
Mis padres tendrán una boca menos a la que alimentar y yo podre lograr riqueza y fortuna.O, al menos, eso dicen quienes han viajado a las Indias. También cuentan historias fabulosas sobre tierras lejanas e increíbles. Algunas de esas historias me dan miedo, porque hablan de seres fantásticos que incluso llegan a comerse a las personas.
Creo que algunas de estas historias son exageraciones, pero me gusta afrontar el peligro y además, cada vez tengo más ganas de ir.
Mañana zarpa mi barco, que es un galeón español. Nunca he visto algo tan grande. Tiene unas velas enormes y estoy seguro que todo mi pueblo puede entrar sin problemas en su gran barriga.Todo el barco es de la mejor madera que se puede encontrar. A bordo hay multitud de cañones para hacer frente e los piratas ingleses. No hay muchos camarotes y se duerme donde se puede.
Me han dicho que lleve ropa, provisiones y agua, pues el viaje se puede prolongar varios meses y debemos estar preparados para lo peor.
Algunos marineros no han vuelto de su travesía por haber muerto a causa de las enfermedades, hambre o por haber sido atacados por los indígenas.Cuentan que van con apenas ropa y se comunican con un extraño dialecto.En la cabeza llevan diversas plumas de colores y cazan con lanzas.
Me asusta el hecho de pensar que puedo morir a causa de esas personas.¿Qué harían mis padres y hermanos si no consigo volver?¿Si no traigo dinero para vivir? Es mejor no pensar en esas opciones tan trágicas.
También hay paisajes que según dicen jamás se te irán de la retina. Al principio, no veré más que el mar, pero lograré ver aquellas tierras.
Espero nunca olvidar el día en el que me embarque con Napoleón y sus hombres para inspeccionar las Indias.
2 comentarios:
Esta historia es mía.La escribí el año pasado para un trabajo y me gusto mucho como me quedó.Le he hecho algunos retoques y me gustaría saber qué opinais.
¿En 6º? ¡Guau!
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