Belén estaba sentada en la playa, observando el atardecer que caía bajo un leve manto de agua, a la vez que se que formulaba preguntas para sí misma. ¿Por qué las cosas son como son? ¿Por qué de esta manera y no de otra? Era difícil decir porqué, cada persona tenía una respuesta diferente, al menos eso pensaba.Ella deseaba encontrar alguna explicación, algo que le aclarase las dudas, pero ¿a cuál de todas quería responder? ¿A todas? ¿A ninguna? ¿A algunas? Solo buscaba la verdad, pero cuál de todas era la correcta.
Belén dudó antes de incorporarse y dirigirse a la orilla. Contempló largo rato el horizonte sin importarle el azote del viento y la lluvia. Se agachó cogiendo una piedra, la cual acabó tirando al mar. Se alejó de la playa con paso firme y lento. A medida que se alejaba se formuló una última pregunta que podía responder a todas...
¿Por qué no?
3 comentarios:
Esta muy bien y el final te deja con un poco de intriga. Besos
Me encanta,como no lo pude leer en clase,me he pasado por tu blog,está genial.
bss
Ya te lo he dicho y lo reitero tras volver a leerlo: me ha gustado mucho, Marina :)
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