Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
Me gusta mucho este poema, además es perfecto ya que se acerca una fecha deseada y odiada a la vez: San Valentín o el día de los enamorados.
1 comentario:
Tienes razón, además a mí también me gusta este pequeño poema. Besos.
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